✅ Modo de uso de las Bolas Tailandesas de Metal
1. Higiene previa
Lava bien las bolas con agua tibia y un jabón neutro o limpiador íntimo antibacteriano (o un limpiador para juguetes sexuales).
Lava tus manos antes de manipularlas.
Puedes usar guantes si lo prefieres.
2. Lubricación
Aplica una cantidad generosa de lubricante anal a base de agua o silicona tanto en las bolas como en la entrada anal.
El lubricante es indispensable, ya que las bolas de metal no son porosas y pueden sentirse frías o resbaladizas sin él.
3. Inserción
Adopta una posición cómoda y relajada (acostado de lado, en cuclillas o de pie con una pierna elevada).
Inserta las bolas una a una, lentamente, respirando profundamente y relajando los músculos.
No fuerces la inserción: ve a tu ritmo.
Las bolas suelen estar unidas por un cordón o cadena: asegúrate de que el extremo (tirador) quede afuera para una extracción segura.
4. Durante el uso
Puedes dejar las bolas insertadas durante el juego previo, la masturbación o incluso durante el sexo (si te resulta cómodo).
Algunas personas sienten mayor placer al caminar, moverse o extraerlas lentamente en el momento del orgasmo.
No se recomienda dejar dentro por períodos prolongados (más de 20–30 minutos), especialmente si eres principiante.
5. Extracción
Para retirar las bolas tailandesas de metal, relájate y tira suavemente del cordón o anillo mientras exhalas.
Puedes hacerlo lentamente para una estimulación más placentera.
No tires bruscamente.
6. Limpieza final
Lava las bolas nuevamente con agua tibia y jabón suave o un limpiador de juguetes sexuales.
Sécalas completamente con un paño limpio y seco.
Guarda en una bolsa o estuche individual para evitar contaminación o daños.
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⚠️ Precauciones
No usar si hay hemorroides, fisuras anales, infecciones o dolor.
Siempre usar lubricante, ya que el metal no tiene fricción natural.
Nunca insertes completamente un objeto sin tirador. Asegúrate de que puedas retirarlas con seguridad.
No compartir sin esterilizar correctamente.
Evita su uso en actividades sexuales anales sin consentimiento y comunicación adecuada.












